En el aula de Verde 2 hemos disfrutado de una actividad que ha encantado a los más pequeños: ensartar pequeños aros de madera en un palo vertical.
A través de este juego manipulativo, los niños y niñas han trabajado la motricidad fina, la coordinación ojo–mano y la precisión en sus movimientos, mientras experimentaban con los tamaños, las formas y la colocación de los aros.
Cada intento, cada aro que lograban colocar, se convertía en un pequeño logro lleno de entusiasmo y concentración. Este tipo de propuestas favorecen también la paciencia, la atención y la autonomía, acompañadas siempre de la curiosidad y el deseo natural de explorar.




















