En nuestra clase de Azul 2 hemos disfrutado de dos propuestas muy especiales que combinan exploración, juego y mucha curiosidad.
La primera actividad fue la creación de un mural de caras. Los niños pudieron manipular y colocar ojos, narices y bocas en distintos rostros, descubriendo así las partes de la cara mientras experimentaban con las formas y los tamaños. Una propuesta sencilla y visual que les ayuda a iniciarse en el reconocimiento corporal desde el juego.
Además, complementamos la jornada con una actividad sensorial llena de descubrimientos: la exploración de texturas. Les ofrecimos materiales como lana, esponjas, estropajos, telas suaves y otros elementos que invitaban a tocar, presionar y sentir. Cada textura despertó distintas reacciones: sorpresa, calma, risas… ¡y muchas ganas de seguir investigando!
Dos experiencias que, desde la manipulación libre, favorecen su desarrollo sensorial y les permiten aprender disfrutando. ¡Nos encanta acompañar cada uno de estos pequeños grandes descubrimientos!




















