En nuestra escuela infantil, las actividades sensoriales son una parte esencial del aprendizaje, y los trasvases con legumbres son una experiencia perfecta para desarrollar la concentración, la motricidad fina y la coordinación ojo-mano de los más pequeños.
A través de diferentes recipientes, cucharas, embudos y pinzas, los niños exploran las texturas, pesos y sonidos de las legumbres mientras las trasladan de un lugar a otro. Con cada movimiento, mejoran su destreza manual y descubren conceptos como cantidad, volumen y equilibrio de forma natural y divertida.
Además, esta actividad fomenta la paciencia, la autonomía y el juego libre, permitiendo que cada niño experimente a su propio ritmo en un ambiente relajado y estimulante.
¡Jugar con las manos es aprender con el corazón!