En nuestra aula hemos vivido varias experiencias muy especiales.
Por un lado, los peques exploraron unas divertidas bolsas sensoriales rellenas de gelatina de colores. Con sus manitas descubrieron texturas, jugaron a desplazar la gelatina y experimentaron nuevas sensaciones que estimulan la motricidad y la curiosidad.
También disfrutaron de una propuesta de trasvases con pompones en hueveras, donde pudieron practicar la coordinación óculo-manual, la concentración y la motricidad fina, mientras jugaban y experimentaban con distintos materiales.
Y, además, tuvimos una visita muy esperada: Plum, nuestro perrito, que llegó para quedarse con nosotros durante todo el curso. Su presentación estuvo llena de juegos, abrazos y sonrisas, creando un vínculo muy bonito desde el primer día.
Tres momentos diferentes pero igual de mágicos que nos recuerdan que aprender y descubrir puede ser siempre una aventura emocionante.





























