En nuestra escuela infantil, cada momento es una oportunidad para aprender jugando. Fomentamos el desarrollo integral de los más pequeños a través de actividades especialmente diseñadas para estimular tanto la motricidad gruesa como la fina.
En el jardín: movimiento y exploración
Nuestro espacio exterior es un escenario ideal para que los niños y niñas desarrollen su motricidad gruesa. Correr, saltar, trepar y gatear por el césped, jugar con pelotas o recorrer circuitos sensoriales les ayuda a fortalecer músculos, mejorar el equilibrio y ganar confianza en sus movimientos. Todo esto, en contacto con la naturaleza y al aire libre, favoreciendo además su bienestar emocional.
✋ Con harina: texturas que inspiran y conectan
En las actividades sensoriales con harina, los más pequeños exploran con sus manos, amasan, dibujan y descubren nuevas formas de expresarse. Estas experiencias estimulan la motricidad fina, mejoran la coordinación ojo-mano y preparan el camino para aprendizajes futuros como la escritura. Además, trabajar con materiales suaves y moldeables despierta su creatividad y fomenta la concentración de manera lúdica y natural.