En la clase de Verde 2 seguimos explorando todo lo que nos ofrece el otoño. Esta vez hemos tenido entre nuestras manos calabazas de distintos colores y tamaños, que los niños y niñas observaron, tocaron y compararon con mucha curiosidad.
Después, vivimos una experiencia sensorial muy especial: probar boniato crudo y cocinado. A través del sabor, la textura y el olor, los peques descubrieron cómo un mismo alimento puede ofrecernos sensaciones tan diferentes según la forma en que lo preparamos.
Estas propuestas no solo acercan a los niños y niñas a los alimentos de temporada, también despiertan su interés por experimentar y aprender a través de todos los sentidos.
El otoño se convierte así en un auténtico laboratorio natural lleno de sorpresas.
































