Nuestros peques han disfrutado de una divertida propuesta de trasvases, manipulando distintos materiales de la vida cotidiana. Con tapones de corcho entre vasos de plástico, han practicado la coordinación óculo-manual, la concentración y la motricidad fina, mientras descubrían nuevas formas de jugar y experimentar.
Cada trasvase es un reto y, al mismo tiempo, una conquista que les da seguridad y confianza en sí mismos. ¡Y lo mejor de todo es ver lo mucho que disfrutan en el proceso!










